Feria Valencia ha sido el escenario esta mañana de la VII Jornada de Debate Sectorial Inmobiliario de VIVA, Salón de la Vivienda Valencia. Un evento anual que ha congregado a casi 200 profesionales y donde el sector ha reclamado a la administración la agilización de licencias y una mayor flexibilidad en la normativa, así como la creación de un marco legal más flexible que permita al sector afrontar los desafíos del futuro y atraer inversiones a la Comunitat Valenciana.

La jornada ha sido inaugurada por el secretario autonómico de Vivienda, Sebastián Fernández Miralles, quien ha querido trasmitir un mensaje de confianza al sector. Según ha explicado en su discurso inaugural “esta va a ser la legislatura de la vivienda”, marcada por la puesta en marcha de más de 10.000 viviendas destinadas a satisfacer las necesidades de los valencianos. Fernández señaló la importancia de la colaboración público-privada y la dinamización del suelo disponible, con el objetivo de crear un marco legal que permita al sector abordar los desafíos del futuro. En definitiva, ha destacado la necesidad de “configurar un marco legal seguro que atraiga inversiones al sector inmobiliario en la Comunitat Valenciana”. Antes, el presidente del certamen, Juan Valero, y su directora, Carmen Álvarez, han dado la bienvenida a todos los asistentes.

Antes de dar inicio el debate sectorial, Pedro Álvarez Ondina, gestor de planificación estratégica y estudios económico de Caixabank Resarch, brindó una perspectiva sobre el actual entorno de la Comunitat Valenciana en el contexto económico y la situación ante los riesgos geopolíticos.   Según ha señalado “la demanda en el mercado residencial ha experimentado una ralentización, esta situación no ha sido tan severa en la Comunitat como se había previsto”. En realidad, el papel desempeñado por la demanda extranjera ha sido fundamental en este sentido, especialmente en la provincia de Alicante, donde “la compraventa por parte de extranjeros residentes ha tenido un papel primordial”.

Durante la primera mesa de debate sectorial se han tratado las necesidades del sector en la promoción residencial y alquiler de viviendas. La charla ha estado moderada por Mikel Echavarren, CEO de Colliers Internacional, y en ella han participado Pedro Solivares, presidente de la Asociación Promotores Alicante; Antonio Olmedo, presidente de la Asociación Promotores Valencia, y Vicente Llácer, del Grupo Ática.

Todos ellos han coincidido en la necesidad de establecer una sólida colaboración público-privada. Este enfoque se traduce en la implementación de las medidas oportunas para agilizar los procesos, particularmente en los que respecta a la agilización de licencias por parte de las autoridades administrativas. Asimismo, los expertos han subrayado la importancia de que la legislación se adapte a las nuevas necesidades del mercado, que ahora incluye nuevas formas de viviendas, como el ‘living o senior living’, entre otras. La agilización de las licencias y la flexibilidad de la normativa se erigen como pasos esenciales para promover la innovación y el crecimiento del sector inmobiliario en la Comunitat Valenciana.

Escasez de suelo en la ciudad de Valencia y necesidad de un plan estratégico

Otro tema fundamental que se ha tratado durante la jornada ha sido la escasez de oferta de suelo en Valencia. En este contexto, Alejandro Escribano, arquitecto urbanista, destacó la importancia de desarrollar el futuro metropolitano de la ciudad de Valencia, abordar una planificación estratégica que garantice una ciudad sostenible con una visión a largo plazo. En este sentido, señaló que “es la administración la que debe liderar este proceso”. Asimismo, hizo hincapié en la urgencia de actualizar la legislación vigente, que se mantiene sin cambios durante muchos años, y subrayó la importancia de un impulso que movilice y actualice numerosos aspectos relacionados con el desarrollo urbano.

Y para poner punto final a la jornada, los promotores han abordado las necesidades y el futuro del mercado desde el punto de vista del cliente. Según han destacado, debido a la falta de suelo, los promotores no son capaces de crear todas las viviendas que se demandan, por lo que están seguros el precio de la vivienda, subirá.