La dificultad de acceso a una primera vivienda es una realidad en el panorama actual según se señala en todos los foros empresariales y de generación de conocimiento alrededor de la industria inmobiliaria. El presidente de la feria VIVA, Juan Valero, en los meses previos a la celebración del certamen en el mes de noviembre en Valencia, señala que “el acceso a la vivienda por parte de los jóvenes es una preocupación de nuestras empresas”. Si analizamos la modalidad de compra vemos que la coyuntura económica actual permite obtener préstamos a tipo de interés fijo, cuya cuota es asumible. Sin embargo, el problema radica en el ahorro previo del 20% del precio que deben entregar como primer pago más los impuestos correspondientes, ya que las entidades financieras sólo pueden asumir el 80% del precio de venta. “Para atajar esta dificultad, el Estado podría prestar avales para que los jóvenes pudieran financiar esta cantidad, o parte de ella a largo plazo. Otra opción podría ser la rebaja del IVA y del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales ITP para este segmento de población”, asegura Valero.
En el ámbito del acceso a la primera vivienda, tan importante es la compra como el alquiler. Por la parte del alquiler, sería importante la colaboración público-privada poniendo en el mercado suelo público a precios asequibles, donde la iniciativa privada pudiera construir viviendas para alquilar a precios accesibles, explica el presidente.
Examinando la historia reciente, vemos que, en los años más duros de la pasada crisis, los precios de oferta en el mercado de vivienda difícilmente cubrían los costes de construcción. Ello provocó que los precios de las primeras promociones que se pusieron en el mercado tuviesen un precio de menos del 50% de los picos de precio, al ajustarse radicalmente tanto los precios de suelo como los de construcción. Con el paso del tiempo subieron los precios del suelo y posteriormente los de construcción, provocando la subida de precio final. En todo caso, “el precio de la vivienda en estos momentos dista mucho de los picos de hace 10 años, y pasándolo por el filtro de los dos parámetros básicos -el esfuerzo, es decir, el precio de la vivienda dividido por la renta anual de las familias, y el porcentaje de la renta anual que una familia dedicada a vivienda- vemos que ambos están dentro de rangos asumibles”, asegura Juan Valero.
En esta radiografía del panorama actual, no podemos obviar una tendencia que está al alza: la vivienda sostenible. Realmente, ¿puede compaginarse una vivienda eco con unos precios asequibles? Debido a nuestros compromisos con la Unión Europea, desde enero de 2021, el consumo energético de nuestros edificios ha de ser lo más bajo posible. Para ello, será ineludible incidir al menos estos tres aspectos: una iluminación controlada y ecológica; una climatización mínima y un sistema de ventilación eficiente. “No cabe duda que habrá que asumir mayores costes de construcción por parte de las promotoras y que el mercado decidirá si se trasladan al precio o bien son asumidos por aquellas”, concluye Valero. años, que encontrará una importante oferta adecuada a sus necesidades”, concluye Valero.